martes, 20 de mayo de 2008

HISTORIA DE MI NOMBRE

.....Yo no me acuerdo de nada, ¡qué quiere que le diga!
.....Me pusieron de nombre Elena, creo que porque entre los del santoral de ese día estaba ése; lo mismo que Agapita, que vaya faena si me ponen Agapita.
.....Pero lo importante es que mi padre eligió el que tengo, nadie sabe por qué; aunque algunas habladurías hay por el pueblo de una novia que tuvo en la mili que se llamaba así.
.....Pero esto son sólo habladurías. Y las habladurías, habladurías son; como los sueños, sólo humo de mentes calenturientas.
.....A mí no me gustaba mi nombre. Mi nombre se pronuncia con los labios cerrados, no como María, por ejemplo, que hay que abrir bien la boca y tomar aire, y hacer un esfuerzo.
.....Pronunciar mi nombre era como ir de puntillas, como dejar que el agua del albañal se saliera.
.....Pero todo eso cambió el día que Doña Aurora fue explicando el significado de los nombres. Cuando llegó a mí, cuando preguntó mi nombre y yo se lo dije, exclamó:
..... - ¡Vaya, eh aquí un nombre pomposo, un nombre de princesa!
.....Eso de princesa se me quedó clavado en el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario