domingo, 21 de junio de 2009

ALEJANDRÍA COMO TELÓN DE FONDO

          Mi tía Alejandra fue maestra nacional, mujer de firmes convicciones y de creencias arraigadas. De chicos, cuando el verano levantaba tormenta, nos subía a la cama, para que nuestros pies no tocaran el suelo, y nos hacía rezar a gritos, como para espantar al trueno y al rayo; para desvanecer en nuestros oídos el golpeteo salvaje de la lluvia sobre la tierra seca. No distinguía más que dos colores, el blanco y el negro; y no era daltónica precisamente. Vivió, sí, en ese tiempo en el que las películas eran también en tonos de grises, y todo estaba muy claro.
          Mi tía Alejandra, como a todos los de mi familia, le gustaba mucho viajar. Fue ella quien me llevó a Egipto, en febrero, siendo yo muy chica todavía. En ese viaje conocí a Pepita, una vallisoletana saladísima, muy cariñosa, con la que, después de tantos años, todavía mantengo una estrecha amistad. Mi primer viaje fuera de España es hoy un recuerdo teñido de calor, salpicado aquí y allá por la presencia cierta de otros humanos, de otras gentes que creyeron en otros dioses y levantaron la belleza piramidal en medio de la arena. Aquello era un mundo remoto y maravilloso, un cuento de hadas con la biblioteca de Alejandría como telón de fondo. Nunca he podido imaginar una casa tan grande, toda llena anaqueles repletos de papiros, ni tanto saber junto en un mismo sitio.
          Luego, a la vuelta, en junio, hice las pruebas de acceso a la universidad. Había un único tema: Alejandro Magno. Yo les conté mi experiencia de aquel viaje, la emoción de haber pisado la tierra de los faraones y todo lo que el guía nos había explicado.
          Me aprobaron.

9 comentarios:

  1. Sigue, sigue...me encanta...Siempre he tenido una especial predilección por Alejandria y sus significados. Ahora más.

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  2. Gracias Emilio por tu comentario. La verdad es que no tiene mayor mérito porque todo lo que escribo son experiencias vividas.
    Elena

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  3. Gracias Pilar por leer mis textos y, sobre todo, por seguir algo ilusionada hasta que llegue la nota. Y luego, sea cual sea, adelante.

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  4. muy bueno Elena. Siempre pensé que en una encarnación anterior fuistes una princesa o una sacerdotisa egipcia o helénica, o algo por el estilo, y me lo van confirmando tus palabras, que demuestran lo que admiras aquel esplendoroso mundo pasado. Bueno, ello si lo de la reencarnación es cierto, que nada hay de seguro para nuestras ignorantes intelectos.

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  5. Gracias Antonio por tu comentario tan cariñoso, aunque yo no recuerdo haber sido sacerdotisa.
    Elena

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  6. ¡Qué bueno Elena!. Me ha gustado de veras. El juego de Alejandría y tu tía, es genial. Enhorabuena corazón y todo mi ánimo para que nos deleites con una segunda parte.

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  7. Ah!, ¡el misterio de las Bibliotecas míticas!. Cuando vi por primera vez la película "El nombre de la Rosa", casi gritaba cuando el incendio de aquella biblioteca enigmática. Lo mismo me pasa con la de Alejandría. Sueño a veces que vivo como una rata, perdido entre laberintos de libros extraños, iniciáticos, mágicos.

    Y esta noche, tu breve relato, Elena, me ha llevado de la mano al mundo de mis sueños más profundos.

    Gracias por hacer mágico este tiempo.

    Un beso.

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  8. Desde Tunez, otro viaje, os doy las gracias Rosa y Manuel por vuestros comentarios. Hoy 12volvemos de madrugada a Espagna. Un besazo a los dos.

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  9. Amiga Elena:
    Magnífica descripción, le estas haciendo
    la competencia a las agencias de viajes
    Miguel Ortega isla

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